Esta comunión para mí es la más especial, porque es la de mis hijos. Fue una celebración muy sencilla, puesto que somos una familia reducida y como además no vivimos en nuestra ciudad, no pudieron venir todos, pero los niños lo pasaron muy bien y yo les preparé una tarta especial, galletas y chuches, para que tuvieran todo lo que más les gusta.
El único requisito de mi hija era que la tarta tenía que ser de 3 pisos, porque aunque fuesemos pocos, el tamaño y la altura para ella era importante! El tema lo solucioné haciendo el piso superior falso, para que no sobrase demasiada tarta, que luego comemos tarta 15 días! Los colores de la tarta eran blanco, rosa y verde menta, a juego con las galletas-recordatorio que hice, y las bolsas de chuches que preparé.
Para la familia los niños repartieron unos recordatorios en papel, como hemos hecho toda la vida, pero me pareció muy bonito hacer las galletas a juego con papel de azúcar, unas marineras para Diego y unas con florecitas para Olivia. que también repartieron, y que algunos fueron incapaces de comerse, creo que quedaran para el recuerdo en alguna estantería.
También se les antojaron unas bolsitas de chuches, así que las repartieron entre sus primos, y los mayores también pudimos catar alguna!.
Fue un día precioso, que recordaremos con mucho cariño y del que espero que mis hijos puedan decir de mayores que su madre les hizo la tarta y las galletas en el día de su comunión.
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